Mi hermano se llamaba Jaime. Era el bebé más hermoso que
jamás había venido al mundo. Cuando creció un poco mis padres ya estaban del
todo agotados: una adolescente (mi yo), un semi-neonato y ellos entrados en los
cuarenta. Suerte que mi progenitor fuese catedrático y mi progenitora jefe de laboratorio,
pues los ingresos familiares siempre fueron elevados, aunque de poco sirvió a mi madre para encontrar su felicidad.
Mi madre murió el día después de mi decimoctavo cumpleaños.
No murió, pero para mí sí lo hizo. No se la llevó la muerte, pero sí los
lujuriosos deseos de lujuria, a las bellas playas de alguna costa perdida en la
nada del océano atlántico, donde había sido solicitada, meses antes, para
ejercer como jefe suprema de la planta de explotación minera de un volcán. ¿Qué
podía tener aquello de malo? Pensaréis, ingenuos. Pues mucho, muchísimo. Pero
no aquello: ella.
-Ya eres mayor de edad, Galia. Tu padre y yo ya no somos
felices juntos. Espero que lo entiendas.
-¿Qué entienda el qué? ¿Que te vas?
-Es por un futuro mejor.
-Mejor para ti.
-Para todos, hija.
-¡Y una mierda! ¿Entonces por qué no nos llevas a todos
contigo a ese paraíso?
Y así es como nos dejó para vivir su vida. Para revivir su
juventud con hombres jóvenes y como la adinerada reina occidental en medio de
una isla llena de pobres.
Así quedó nuestra familia: mi padre solo y con el corazón
roto; mi hermano, sin madre y con cinco primaveras bajo el brazo; y yo, a mis
dieciocho, también sin madre.
12 comentarios:
Es duro vivir eso, espero que esta historia les depare también alguna alegría.
Un beso
(con sabor a nata)
P.D: Me vuelve a pasar lo de los comentarios de la entrada anterior, lo siento.
No creo que te arrepientas de leerlo, Jordi Sierra i Fabra es un gran escritor y este libro está muy muy bien. Y en cuanto a El primer día, más de lo mismo. Por lo menos a mi me encantó, le tengo muchas ganas al siguiente.
Un beso.
Ostras... Tiene que ser muy duro que una madre sea capaz de abandonar a sus hijos por completo. Parece la típica historia de que la familia queda hundida y la hija mayor (Galia) tiene que cuidar de la casa, de su padre que está en una depresión profunda y un hermano pequeño que aún no sabe valerse por sí solo.
Me está gustando mucho la historia, espero "Otro" capítulo ^^
Empiezan los problemas... se va poniendo interesante.
Un abrazo!
Como duele ser feliz a veces, o intentarlo. A todos les duele,
Como dijo Lucas, se va poniendo interesante,
Abrazo!
Es duro que te deje un ser tan importante de esa manera...Cada vez está más interesante. Besos!
ser madre y ser esposa son dos papeles que es fantástico que vayan de la mano, pero hay veces, que no es así; ser buen padre y madre creo que es una de las cosas en las que tenemos que poner más empeño en intentar sentirnos orgullosos (bueno, en mi caso, yo me quedo con intentar lo de buena hermana:), aunque también creo que en determinados casos, puede ser bueno para todos una separación, de la pareja, nunca de los hijos/as; amar, además de los bonítísimos sentimientos que nos hacen estar en el paraíso, conlleva también anteponer a las personas que amamos a nosotros mismos, pero hasta cierto punto; encontrar ese punto, es lo difícil :)
muchas gracias por tu comentario Pía!!! un besote muy grandeeeee :)
Nunca los hijos (por lo general egoístas mientras viven en casa) comprenden que los padres también tienen derecho a vivir; juntos o separados, pero a vivir. Ante una situación así, el hijo reacciona con el temor por la repercusión en su supervivencia. El problema es que se rompa esa relación con los hijos por parte de uno de los dos, pues eso marca; y este problema se resuelve peor si uno de los dos progenitores se traslada lejos, como se dice en el relato, ¿o será parcialmente posible, hoy en día, a través de 'skipe' o similar?. Continuará...
Un cariñoso abrazo desde 'Poemas del volcán'
Uf, esos padres...he tenido uno así demasiado cerca...Por cierto, creo que en la anterior entrada te comenté pensando que era real...lo siento!
Mmmm creo que esto podría interesarte :0
http://tresmariposasymedia.blogspot.com/2011/09/concurso-las-chicas-de-londres.html
Si al final es así me harías un gran favor difundiéndolo.
Ando atrasado en las lecturas, tendré que ponerme al día porque aquí todo está muy bueno.
Saludos!
Al parecer la pieza que no encajaba en el puzzle era la madre. Y no Jaime. Que dejara a Galia, aún parece comprensible pues es ya una adulta, pero a un chiquitín de cinco años es de todo menos comprensible.
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