-¡Luna! ¡Estamos aquí!
Era José, me saludaba desde una mesa pequeñita del fondo del establecimiento. Andrés estaba a su lado, pero apenas podía verle la cara, había demasiada gente de por medio. Lo único que poblaba mis sentimientos era que Andrés se había acordado de mí y quería verme. ¡Me hacía tanta ilusión!
-Hola, chicos.
-Hola, Luna. Siéntate. -José fue tan amable como le recordaba. En cambio Andrés estaba muy pálido y me miraba como a quien se le aparece un fantasma-. ¿Qué quieres tomar, guapa?
-Tomaré un té solo, gracias.
-Voy a la barra a pedirlo, os dejo solos. ¡No empecéis el sexo sin mí!
José se levantó. Supe que lo que quería era dejarnos solos. Pensé que sería porque Andrés tenía algo importante que decirme, así que esperé pacientemente mientras él solo me miraba con los ojos muy abiertos.
Siento haber estado tanto tiempo sin pasar. ¡Gracias a los 64! ¡Y GRACIAS por las recomendaciones de lecturas!
8 comentarios:
felices vacaciones :))) muássss
Bueno, a ver si Andrés se despabila de una vez...
pdt: ya está bien armadito el proyecto: http://elsemillerodeblogs.blogspot.com
Si te gusta la idea te puedo hacer parte del blog, asi podés subir entradas. Como gustes, sin compromiso de ningún tipo.
;D
¡Pero qué maldad la tuya, no lo dejes así! :)
Me está gustando mucho, espero saber pronto qué quiere decirle.
Un beso.
El relato te quedó inconcluso, porque Andrés estaba esperando tu señal, ya sabes lqa sonrisita, el guiñito de ojo, la mnordida de labio; en fin, tú ya sabes!!
Las oportunidades se dan una vez en a vida, así que para esos dos es ahora o nunca.
Saludos!
Si no se deciden esto va acabar. Y eso no es para nada lo que nos interesa. Las oportunidades pasan y es mejor que no la vean pasar sino que se suban a ella como si de un tren se tratara.
Espero que sepan decidir en pocos segundos. :)
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