domingo, 30 de noviembre de 2014

Despedida

¿Qué les puedo responder a tus ojos cuando con esa mirada siento me roban una parte de mí? Ya nos hemos dicho todo, ya hemos terminado el vino, ya hace tiempo que las sobras de la cena empezaron a estar frías.
¿Qué hacer cuando en el pecho muy dentro se siente que algo se desmorona?
-Te echaré de menos -me dices, mientras esperas que no caiga ninguna lágrima de mis ojos temblorosos. Arrugo los labios, pero voy a sonreír porque así es como quiero que me recuerdes.
"Te quiero, amigo mío", pensaba, pero eso ya lo sabías.
Hasta pronto, Andrea. Hasta siempre en mi corazón.

1 comentario:

Raúl Ógar dijo...

Las despedidas siempre son tristes cuando hay sentimientos.
Es bueno que siempre vuelvas con algo de tus escritos, Pía.
Saludos.