martes, 2 de abril de 2013

Conclusiones de aquello

Hablando conmigo misma llegué a la conclusión de que todo aquello no fueron más que vueltas y vueltas que da la vida. Lecciones que debía aprender y experiencias que tenía que vivir.

-Cuando a la rutina le da pereza continuar, ocurren estas cosas. No podemos asentarnos mucho tiempo en lo mismo o no avanzaríamos. En esta vida tenemos que evolucionar, ¿entiendes?
-Sí... -Bib parecía concentrado en una lectura que debía ser muy interesante en su ordenador portátil.
-Pase lo que pase, ocurran los cambios que ocurran, tienes que quedarte siempre con lo bueno, aprender.
Sabía que el jovencito no encontraría el mismo sentido, claridad y nitidez que ella en todas esas palabras que pretendía enseñarle. Pero no se rindió.
-Tienes que quedarte solo con tres cosas, y te prometo que ya paro. ¿Me oyes, Bib?
-Sí, sí. -Y, acto seguido, levantó sus enormes y limpios ojos verdes del ordenador y atendió a su hermana mayor. Ella lo miró y deseó que todo ese potencial que había en él no desistiera nunca en salir a la luz, que nunca la vida le hiciera todo el daño por el que había tenido que pasar ella, que toda la belleza de ese pequeño y maravilloso ser humano persistiera por muchos años y, sobre todo, que fuera siempre feliz. Los empeños inconscientes por hacerle de madre no se contenían, por lo que se veía obligada a darle a menudo lecciones como aquella.
-Sé siempre coherente contigo mismo. Aprende de todo y de todos. Quédate con lo bueno. Sé siempre sincero contigo mismo y con los demás. Y, nunca, nunca, nunca, dejes de ser buena persona.
-¿No eran solo tres cosas?
-¿Y tú crees que con eso iba a ser suficiente?
Tritia besó a Bib en la frente y, grabando con cariño sus pupilas contentos en su mente, se fue a la cocina a seguir preparando la cena, con el mismo amor y dedicación de siempre.

4 comentarios:

Las Mejores Cosas Al Amanecer dijo...

Unos grandes consejos y un texto lleno de certeza y de amor. Me encanta!
Un beso!

Joana

Anónimo dijo...

Seguro que aunque en ese momento no les diese demasiada importancia, a Bib le sirvieron de mucho esos consejos.

Anónimo dijo...

¡Qué dulce y como se palpa ese amor!
Aunque suena un poco a una despedida, como si ella se estuviera despidiendo. Si ese fuese el caso, espero que por una buena razón.
Buenos son los consejos que le da a Bib, los utilizará.
Me identifico mucho con el deseo que siente ella en que su hermano sea feliz. Un poco en todo, me identifico con ella. Yo también soy hermana mayor. ¡Espero dar tan buenos consejos!
Por cierto... no sabes la ilusión que me hicieron tus comentarios! ¡Después de tanto tiempo! Es algo especial, porque tú has estado des de que empecé con esto del blog.
Bueno, lo me alargo más, espero que estés bien xxx

Nelson dijo...

qué hizo Bib después?

Saludos