lunes, 9 de abril de 2012

2- Recuerdo

Isabel se despertó y buscó a Luigi palpando el lado derecho de su cama. No estaba. Se volvió para probar con el lado izquierdo pero no fue al patito de peluche con el que siempre dormía a quien encontró: había una persona durmiendo a su lado. Dio un salto en su cama, abrió bien los ojos y pudo constatar que no se encontraba en su cama, ni en su habitación. Con un escalofrío recorriendo toda su espina dorsal, Isabel volvió la cabeza para comprobar la presencia que había descubierto a su lado. En efecto, a su izquierda yacía el cuerpo recién despertado de una mujer rubia, algo mayor que ella, y desnuda.

-Qué va, -soltó una breve carcajada y continuó detallando lo que había pasado la noche anterior en esa casa. Isabel removía sin ganas el café que le acababan de servir. Atendía entre interesada y desconfiada- solo te dejaste hacer, nada más.
Magda. Veintisiete años. Vive sola, es profesora de canto y depredadora de mujeres. Isabel no podía sino sentir agotamiento, dolor de cabeza y ganas de vomitar:
-Vale. Creo que me acuerdo de algo. Pero es que cuando intento pensar en lo que hice me duele muchísimo la cabeza. A ver... Las chicas y yo fuimos a la DanceDona, supongo que allí te conocí...
-Sí, en la DD. Reconozco que bailas muy bien, y muy sexy. -Magda sonrió. Por debajo de la mesa alcanzó la mano de Isabel-. No hiciste nada que no quisieras hacer, te lo aseguro. Pero en ningún momento me dijiste que fueses heterosexual.
Isabel se levantó de su silla y corrió en busca del aseo. Tenía que vomitar. Tenía que asimilar demasiada información.

10 comentarios:

Javier Muñiz dijo...

Hola Pía..la historia toma tintes de perplejidad...me gusta...veamos como avanza...
Gracias, buen día, besos trileros´´

Anónimo dijo...

Buf, me empieza a caer mal Isabel. Pero eso está bien, le estás dando personalidad, me gusta como va la historia. ¡Mucho, en serio!
Un beso,
y una sonrisa.

Lucas Fulgi dijo...

Tomó un montón de forma de golpe la historia...

Buenísimo.

Juan Ojeda dijo...

Tenía que vomitar, tenía que asimilar demasiada información... como me gusta ese final, casi una comparación velada entre vomitar y similar,

Creo que muchas veces el deseo y el placer nos ponen en ese sitio; en el íntimo ángulo de comprender que ésta fuera y que está adentro. A Isabel la vi como encorvada sobre sí misma, intentando mirar.

Me ha conmovido mucho. Genial cuando ella le dice "No sabía que eras heterosexual"... es increíble como las almas se escudan en los adjetivos para no habitar sus sentimientos.

Habrá que seguir escribiendo, para que la palabra sea llave, y no pestillo.

Muchos besos hacia España!

MariCari dijo...

Supongo que sería verano, porque si no... dormir desnuda ahora con este fresquito... no, no va conmigo, soy algo friolera, pero por qué vomita?? Pues sí que ha pasado mala noche ;-)
Bss

Ailen Abdala dijo...

¡Madre mía, qué emocionante!
Me enganché completamente, ¡sigue pronto, por favor!
Besos

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

¡Excelente final!
Saludos.

Anónimo dijo...

Esto pinta bien... Isabel descubriendo de sopetón a Lesbos. Un abrazo.

LA ZARZAMORA dijo...

Hay recuerdos que más vale que vuelen con la resaca...
Besos, Pía.

Adriana dijo...

:)))