martes, 10 de julio de 2012

El delito (parte 3)

Yo


 


Él


No lo vio venir. Lo único que le dio tiempo a hacer fue mirarle a los ojos e intentar rogarle, suplicarle siquiera, que no lo hiciese. Un helado “no, por favor” murió en su garganta antes de ser formulado, pues su destino ya estaba en manos del otro. En sus manos ahora manchadas de culpa. Culpable. Eso era justo lo que él no era hasta que el otro lo eligió como presa. Se maldijo muchas veces buscando un porqué, por qué él, por qué a él, mas su tiempo de reflexión no duró más que el ínfimo segundo en que ese otro se acercó hasta que estuvo suficientemente cerca, tan cerca, que el desesperado final ya no podía sino suceder.
“¿Y ahora qué?”. 


Nosotros


Vosotros


Ellos


Esta es la tercera parte de un relato escrito entre seis bloggeros. Podéis leer las demás haciendo clic en sus títulos. Ha sido un placer trabajar en esta fabulosa idea. Muchas gracias, Lucas Fulgi y Juan Ojeda por invitarme.